martes, 3 de noviembre de 2009

DISCURSO PAPELETA JOVEN, PAPELETA POR COLOMBIA


La juventud no se mide por los años sino por los cambios que puedes hacer para mejorar el mundo. Jóvenes compatriotas: Colombia es hoy una nación en peligro, la crisis institucional, política, social, económica y sobretodo moral, han arrinconado a nuestra Patria hasta el borde del abismo.

Somos un país que premia el crimen, la matanza, la violencia. Desde el indulto y las amnistías concedidas por el gobierno de Belisario Betancur hasta la ley de 'Justicia y Paz' de Alvaro Uribe, se ha hecho entrega de la potestad y autoridad del Estado para hacer justicia y castigar el crimen, y nos hemos rendido al imperio del crimen, del asesinato, del chantaje.

Hoy en Colombia los ricos son más ricos, y los pobres aumentan desproporcionadamente, se entregan subsidios a los terratenientes, ventajas tributarias a las multinacionales y se subsidia al sector financiero, mientras se cubren de mayores impuestos a los trabajadores y se les quitan los derechos laborales ganados desde hace décadas, disfrazando una falsa 'acción social' del gobierno con ayudas irrisorias a las familias pobres convirtiéndolos en mendigos del Gobierno.

Hoy los criminales ocupan altas dignidades del Estado, vemos asi gobernadores, alcaldes, embajadores, candidatos a la Presidencia, directores de las oficinas de Derechos Humanos y hasta se les nombra 'gestores de paz', a los que en otrora cubrieron de sangre y tristeza el territorio colombiano. Mientras a los héroes de la Patria, a los soldados que día a día entregan su vida, familia y juventud al servicio y defensa de Colombia, se les abandona a su suerte y se les negocia su legitimo derecho al fuero militar en el extranjero por quienes juraron defender y salvaguardar la Constitución y la Ley.

Se condena al inocente desde antes de nacer, se desvaloriza la institución familiar y se promueven las conductas insanas en contra de la niñez y la juventud. La dosis personal hoy no es un vicio y mucho menos un delito, sino una expresión del libre desarrollo de la personalidad, figura inventada para justificar conductas antinaturales y libertinas.

¿Que nos queda de País?¿Que le dejaremos a nuestros hijos? La verdadera respuesta debe ir acompañada de los que podemos hacer nosotros para cambiar la situación.

Recordemos al ilustre mandatario, el gran autor de la Gran Constitución del 86, el presidente Rafael Nuñez, Colombia ha llegado a un momento en que se determina su suerte: Regeneración o Catástrofe o mejor, Restauración o Hecatombe. La misión restauradora de la Patria debe tocar todos los corazones, todas las mentes en todos los niveles. No podemos dejárselo al gobierno ni mucho menos a los legisladores, que han demostrado su incompetencia para lograr esa gran misión restauradora de la Nación. Nos corresponde a todos nosotros, los colombianos que nos duele la Patria y esperan de ella una nación Grande, Libre y en Paz.

Necesitamos la Restauración Moral, que llame por su nombre a las cosas, malo a lo malo y bueno a lo bueno, que preteja la vida desde el mismo momento de la concepción hasta la muerte natural, que defienda la familia como la institución básica de la sociedad, que eduque en valores a la juventud y sobre todo que respete las creencias cristianas de nuestro pueblo, profesadas por la mayoría de los ciudadanos y que hace parte esencial de nuestra cultura, historia y tradiciones.
Necesitamos la Restauración Social, que oriente la acción social del Estado con base en la Justicia Social, donde las instituciones sociales y estatales cooperen armónicamente para hacer de Colombia una Nación Grande, por encima de intereses egoístas o beneficios personalistas. Necesitamos la Paz pero no una paz efímera, sino duradera, que solo es posible bajo el imperio de la Justicia, la Autoridad y la Ley, resguardada por la acción garante de nuestras Fuerzas Armadas.

Necesitamos una Restauración Económica, que no privilegie los grandes capitales sobre el trabajo del obrero, del campesino o del profesional. Donde no sigamos entregando nuestros recursos a los mercaderes intercontinentales, sino que propiciemos un País de propietarios y empresarios. La inversión extranjera es un sofisma usado para justificar la explotación de nuestros recursos y de nuestra gente, en la que las ganancias siempre irán hacia otros países, mientras que al nuestro se les dejan las migajas. Ni el Capitalismo, ni el Socialismo son la respuesta para generar riqueza y bienestar social a nuestro pueblo, necesitamos un nuevo sistema económico que premie el esfuerzo individual y el trabajo pero que a la vez no permita la excesiva acumulación del capital.

Corresponde a nosotros los jóvenes asumir esta misión patriótica de la Restauración Nacional, que puede durar años, tal vez dos o tres generaciones, pero que si no iniciamos hoy, mañana ya no tendremos una Colombia que restaurar. Hoy jóvenes compatriotas, damos un primer paso y respaldar la papeleta joven por Colombia, expresión espontánea de una juventud que clama por la Patria, creyente en Dios creador del Universo y que asume como la Dignidad Humana, como centro y fin de todas las instituciones políticas, sociales y económicas.

No queremos mas FARC, ni mas Paramilitares, ni narcotráfico, pero también queremos que estos criminales san castigados con el rigor de la Ley, sin indultos, amnistías o leyes de perdón y olvido, de ‘justicia y paz’. No queremos mas agresiones ni intervenciones de gobiernos extranjeros, ni Chavez con su pretensión de extender a Colombia su socialismo del siglo xxi que busca empobrecer a nuestra gente, ni Obama con su política de dominio continental que bajo el argumento de impedir el narcotráfico y hacer frente al terrorismo busca vulnerar la soberanía nacional instalando tropas extranjeras que solo obedecen a sus propios y egoístas intereses violando las leyes colombianas con la inmunidad para sus nacionales. Respaldamos a nuestras fuerzas armadas, garantes del Estado de Derecho, pero también exigimos justicia para nuestros militares, castigando a los culpables y dejando en libertad a los inocentes. Exigimos la libertad inmediata de todos los secuestrados, sin condiciones, sin chantajes ‘humanitarios’ ni diálogos capitulantes ante el terrorismo. Exigimos respeto de los tres poderes públicos. No apoyamos la dictadura de las altas cortes, que se han convertido en co-legislantes y co-gobernantes, pasando por encima de los principios del derecho y convirtiendo su actuar en una dictadura de la minoría. Tampoco con la pretensión de un mandatario que busca perpetuarse en el poder con base en la compra de conciencias y en acciones tramposas para lograr su cometido.

El llamado es entonces a asumir la responsabilidad histórica de la Restauración de nuestra gran Nación. “Por tanto, tomad las armas todas de Dios, para poder resistir en el día aciago, y sosteneros apercibidos en todo. Estad, pues, a pie firme, ceñidos vuestros lomos con el ángulo de la verdad, y armados de la coraza de la justicia,” para crear un futuro digno para nuestros hijos y futuras generaciones con la Bendición y ayuda de la Divina providencia.

* Disrcurso pronunciado en el lanzamiento de la Papeleta Joven por Colombia el 30 de Octubre de 2009 en el salon de la constitucion del Capitolio Nacional, sede del congreso de la Republica

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